¿En la oficina, a distancia o híbrido?
A medida que el mundo cambia, también lo hace nuestra forma de trabajar. Atrás quedaron los días en que la mayoría de nosotros íbamos a una oficina física todos los días. Ahora hay más opciones que nunca en cuanto a cómo, cuándo y dónde trabajamos. Ahora podemos trabajar en una oficina, a distancia desde casa, o incluso una combinación. Pero, ¿qué modelo te conviene? Examinemos los pros y los contras de cada tipo de modalidad de trabajo.
Los acontecimientos mundiales de los últimos años han revolucionado nuestra forma de trabajar, y ahora más que nunca, las personas tienen multitud de opciones en lo que se refiere al lugar y el momento de completar las tareas. Mientras que los trabajos de oficina tradicionalmente exigían una presencia presencial de 9 a 17 horas, con el acceso generalizado a Internet y la tecnología avanzada de que disponemos hoy en día, las personas pueden elegir entre una selección mucho más amplia de modelos de trabajo.
Uno de los modelos de trabajo más populares es el trabajo a distancia, en el que los empleados pueden trabajar desde casa o desde cualquier otro lugar que deseen siempre que dispongan de una conexión a Internet adecuada. Con este modelo, los trabajadores pueden decidir su horario de trabajo y gestionar su tiempo con mayor libertad. El trabajo a distancia también permite una mejor conciliación de la vida laboral y familiar, ya que los empleados no necesitan ir y venir todos los días ni estar atados a un espacio de trabajo físico.
Otro tipo de acuerdo de trabajo es el trabajo híbrido, que combina elementos de los trabajos tradicionales en oficina y de las configuraciones a distancia. En este modelo, algunos empleados pueden trabajar a distancia mientras otros comparten espacio de oficina de forma rotatoria. Esto permite a las empresas mantener la continuidad operativa al tiempo que aprovechan el ahorro de costes asociado a un menor número de instalaciones físicas.
También ofrece a los empleados una mayor libertad de horarios, permitiéndoles alternar el trabajo a distancia con el trabajo en la oficina en función de sus preferencias o circunstancias vitales.
Por último, está el trabajo en la oficina, que consiste en que los empleados se reúnen diariamente en un lugar de trabajo concreto para llevar a cabo actividades empresariales juntos y en persona. Este modelo es el que mejor se adapta a las empresas que necesitan colaborar en equipo en un espacio centralizado, ya que facilita la comunicación entre los trabajadores sin necesidad de herramientas como Google Meet o las llamadas de Zoom.
Además, tener a todo el mundo bajo el mismo techo ayuda a cultivar el espíritu de equipo. Refuerza las relaciones entre compañeros que, de otro modo, no tendrían suficiente tiempo cara a cara debido a sus apretadas agendas o a las distancias geográficas que los separan.
Conclusión
Desde el comienzo de la pandemia, estos modelos de asistencia se han hecho cada vez más populares debido a su capacidad para fomentar la productividad al tiempo que minimizan los riesgos para la salud que supone el contacto estrecho con otras personas. En concreto, con el trabajo híbrido, las empresas han podido conseguir un ahorro de costes más significativo, ya que hay que gastar menos dinero en conseguir espacios de oficina más grandes o en cubrir los gastos de viaje de los empleados que, de otro modo, necesitarían desplazamientos regulares entre su domicilio y el lugar de trabajo. Por ello, muchas empresas están reevaluando cómo estructuran su plantilla para maximizar la eficiencia, al tiempo que garantizan la seguridad en tiempos inciertos como los que vivimos hoy.